17/10/2014
El Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha aprobado un Real Decreto por el que se desarrollan las características del curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva, establecido en el artículo 134.1.c) de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
El Real Decreto especifica también las características de los cursos de actualización de competencias directivas, que deberán realizarse para acceder a la función directiva cuando hayan transcurrido ocho años desde la expedición de la certificación correspondiente, si bien tal certificación tiene validez indefinida.
En la nueva regulación se destacan los siguientes aspectos:
El Real Decreto incluye tres Anexos:
La mencionada modificación legal pretende potenciar la función directiva a través de un sistema de certificación previa de competencias para acceder al puesto, con el fin de reforzar la capacidad de gestión de los directores y directoras de los centros docentes públicos, como representantes que son de la Administración educativa en el centro y como responsables del proyecto educativo.
Tales certificaciones tendrán validez en todo el territorio nacional.
Dicha certificación permitirá, en línea con lo señalado por la LOMCE, otorgar a los equipos directivos mayor capacidad de decisión sobre la organización y gestión del centro, potenciando la figura del director y atribuyéndole mayor responsabilidad y capacidad para llevar a cabo proyectos educativos. Entre los principios sobre los que se asienta la reforma promovida por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa, se encuentran el aumento de la autonomía de los centros y el refuerzo de la capacidad de gestión de la dirección de los mismos.
La autonomía de los centros docentes y el liderazgo de sus directores y directoras son factores clave para la transformación del sistema educativo de cara a las nuevas demandas aprendizaje del siglo XXI.
El liderazgo escolar se ha convertido en una prioridad de los programas de política educativa a nivel internacional, ya que desempeña una función decisiva para mejorar los resultados académicos al influir en las motivaciones y en las capacidades de los profesores, así como en la situación y el ambiente escolar.
En este sentido, la OCDE indica que una dirección escolar eficaz es indispensable para aumentar la eficiencia y la equidad de la educación.
Para lograr un liderazgo educativo eficaz es necesario centrar los esfuerzos en mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, profesionalizar, fortalecer y apoyar el papel de los líderes educativos, definir claramente los roles, adoptar un enfoque colaborativo, reconocer las fortalezas y competencias de los equipos, disponer de autonomía suficiente para asignar recursos y explorar métodos de enseñanza innovadores y asumir las responsabilidades y compromisos que comporta el liderazgo.Salto de línea